Thursday, September 30, 2010

Más que el petróleo, los jóvenes son el capital más valioso de México


El Instituto Mexicano de la Juventud hace un llamado para que se respete a los jóvenes que viven hoy en nuestro país y no se les coloque ni una etiqueta más, como se pretende ahora.

Esta puede ser la generación del desarrollo: los jóvenes de hoy, son la generación con mayor nivel de escolaridad en toda la historia del país, son jóvenes sanos y son los más aptos para el cambio. El país tiene la opción para reconocerles su valía, es el momento de impulsarlos a adoptar una vida sana y a ampliar junto al gobierno, las oportunidades para que construyan un mejor futuro. Es hora de invertir en ellos si los queremos ver como la generación del desarrollo; eso exigimos nosotros.

Los jóvenes que ni estudian ni trabajan no completan una generación, son un segmento de una generación cuya dimensión depende de la encuesta que se analice; tratemos de explicarlo: la Encuesta Nacional de Juventud 2005 reporta más de 7 millones. Ellos dicen que ni estudian ni trabajan, porque se les hizo estas preguntas: ¿Solo estudias?, ¿Solo trabajas?, ¿Estudias y trabajas? ó ¿No estudias ni trabajas? Nunca se les preguntó a qué se dedicaban. Cuando el dato se cruza con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) se descubre que de esos 7 millones de jóvenes, la inmensa mayoría -por cierto mujeres mayores de 20 años- están dedicadas a las tareas del hogar, o sea: sí están ocupadas y cumpliendo un labor muy importante para la reproducción de la sociedad que merece reconocimiento social.

Lo que estas cifras indican es que en México cada vez son más los jóvenes que se dedican solo a estudiar y que cada vez son menos las mujeres que se quedan en casa a cuidar a su familia.

Ante tal panorama, el IMJUVE apuesta porque las universidades multipliquen las opciones de cursar carreras a distancia, que la familia impulse a sus hijos para que estudien, que se acaben los obstáculos para el empleo femenino y que los medios dejen de ponerle estereotipos a la mujer que facilitan su estigmatización y su explotación en el hogar. El sector privado debe abrir sus puertas a los jóvenes y el gobierno procurará crear condiciones que alienten la apertura de más y mejores empleos para los jóvenes.
Nunca hemos negado la existencia de un segmento de la juventud que ni estudia ni trabaja. Jamás hemos intentado minimizar el fenómeno. No queremos ocultar el sol con un dedo; ni queremos ni se puede.

El Consejo Nacional de Población (CONAPO) recomienda entre sus líneas de acción, la importancia de favorecer el acceso de los jóvenes a todos los niveles y modalidades de la educación, abatiendo la desigualdad de género en el acceso a la misma. Además, indica la necesidad de alentar acciones y promover el acceso de la población joven al empleo, los recursos financieros y tecnológicos, así como a la capacitación y adiestramiento laboral, toda vez que son los jóvenes la pieza clave para encarar el envejecimiento paulatino y sistemático de la población mexicana. Es necesario aprovechar el “bono demográfico” para impulsar el desarrollo del país y que las generaciones actuales y futuras de mexicanos vivan mejor.

La Conferencia Mundial de la Juventud que se llevó a cabo en México
recientemente (Agosto 23 al 27) que este es el momento para invertir en los jóvenes. Nunca México tuvo más jóvenes (36 millones) y nunca estuvieron más capacitados para sumarse al desarrollo. Los jóvenes, más que el petróleo son el capital más valioso de México.

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